Existen muchos cambios que se generan con el envejecimiento facial.
Lo primero que hay que recordar antes de hablar del envejecimiento facial por áreas es comentar que el envejecimiento facial es un fenómeno global, que abarca todas las estructuras de la cara tanto en su aspecto superficial o visible como en las estructuras profundas. Es por esto que el envejecimiento facial debe ser considerado un fenómeno que abarca desde la epidermis hasta el macizo óseo facial.
Otra cosa esencial de entender es que cada uno de estos tejidos afectados por este proceso tiene una interrelación entre ellos y que de manera sinérgica aumentan los efectos del envejecimiento de manera exponencial y no lineal.
Finalmente también es necesario entender que esta interrelación entre los tejidos afectados es dinámica y abordable del punto de vista terapéutico con opciones que no solo van a mejorar un aspecto del envejecimiento de uno de esos tejidos per se, pero también generar mejorías a través de esta interacción tisular en otras áreas.
Respecto a los principales cambios del envejecimiento facial podríamos dividirlos en 2 categorías
- Qué tejidos han sido afectados
- Qué efectos dinámicos existen entre estas estructuras.
Respecto a los tejidos por si solos, se pueden observar que los principales cambios que se producen en el envejecimiento son la reabsorción del hueso, la disminución de la grasa subcutánea y pérdida de volumen de los compartimientos grasos faciales profundos y superficiales, envejecimiento cutáneo como adelgazamiento de epidermis, pérdida de colágeno, elastosis y con cambios en la pigmentación/textura/hidratación entre otras (producido por múltiples factores) y ptosis o pseudoptosis de partes blandas.
Más importante que evaluar los tejidos por separados, es la interrelación que se genera entre las distintas estructuras y que explican los principales cambios del envejecimiento. La reabsorción ósea como tal genera importantes efectos a nivel de la estética facial al comprometer el soporte o andamio estructural para los compartimientos adiposos faciales y de la piel a través de sus anclajes ligamentosos múltiples. Una reabsorción ósea lleva consigo a una pseudoptosis o caída de los tejidos blandos por disminución de la convexidad que permitía que dichas estructuras mantuvieran cierto tono. Esto último es bastante notorio tanto en la piel con un exceso relativo de ésta como en la pseudoptosis de los compartimientos, resultando en efectos estéticos visibles como la hipoplasia malar, surcos marcados e inversión del triángulo estético ideal desde una posición con su base craneal a una base inferior. Por otro lado, la lipoatrofia de los compartimientos grasos hace que estructuras óseas se hagan evidentes, además del efecto de remodelación ósea que se hace al generarse una pseudoptosis adiposa y cutánea que transmite dichas fuerzas al macizo óseo remodelándose.
Respecto a los cambios que mas fácil se pueden compensar son muchos, pero lejos el más simple es la prevención del envejecimiento a través de la foto protección y cuidados de piel, incluyendo además cambios de estilo de vida como alimentación sana, tabaquismo (teoría radicales libres). En relación a los cambios más fáciles de compensar ya cuando tenemos estigmas de envejecimiento son la pérdida de volumen a nivel del tercio medio facial (zona malar) a través de soluciones inyectables. Digo esto ya que, para mí, es la zona que se traduce en mayores efectos a nivel de la estética facial por su efecto dual tanto en tercio medio como inferior de manera notoria. El restablecimiento volumétrico de dicha zona corrige en parte la pseudoptosis por exceso relativo cutáneo de manera muy sutil y armónica logrando incluso mejorar los jowls por la volumización de los compartimientos malares a través de la tracción cutánea. Otro cambio fácil de revertir son las arrugas dinámicas a través de toxina botulínica, ya que si uno posee criterios anatómicos para su aplicación, podemos generar muchos cambios que disimulan estigmas del envejecimiento. Finalmente otra área que encuentro que es compensable de manera mas fácil son la calidad de la piel por envejecimiento a través resurfacing facial con las distintas modalidades terapéuticas que poseemos.
En conclusión, el envejecimiento facial es un proceso multifactorial, dinámico e interrelacionado que afecta desde la piel al esqueleto facial. Tenemos un arsenal terapéutico amplio para su manejo siendo las forma más fáciles de abordarlo a través de la prevención, rellenos (especialmente zona mejilla), toxina botulínica y resurfacing.